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RIESGOS PARA LA SALUD EN PISCINAS Destacado

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ImagenAutor Dr. Juan Jurado Moreno Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
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RIESGOS PARA LA SALUD EN PISCINAS

¿Qué riesgos pueden conllevar las piscinas?

Es muy importante que todas las personas que se dispongan a disfrutar del baño en una piscina, conozcan los riesgos más frecuentes respecto a las posibles enfermedades que podemos adquirir al bañarnos. El conocer las garantías de mantenimiento del agua y del entorno de la piscina, perfectamente normalizado en nuestro país, es actuar en la prevención de dichas enfermedades.

Las enfermedades que habitualmente podremos sufrir al bañarnos en una piscina pueden ser causadas por gérmenes y sustancias químicas que se encuentran en el agua (por contacto, tragar agua, respirar vapores/aerosoles).

Es necesario no olvidar el riesgo de ahogamiento, especialmente en niños entre 2 y 5 años, en los que tan solo con 20 centímetros de agua se puede producir este suceso. Generalmente estos se producen en zonas sin vigilancia o en circunstancias donde no existe una correcta supervisión de los menores. De ahí la importancia de la prevención, especialmente en este grupo de edad. También debemos recordar que debe evitarse las zambullidas de cabeza, especialmente en zonas donde la profundidad no es suficiente o se desconoce, por el riesgo de presentar lesiones medulares.

¿Cuáles son las afecciones más frecuentes que se pueden adquirir en una piscina?

- Trastornos diarreicos:

Es la enfermedad más frecuentemente padecida en este entorno. Se debe a la existencia de gérmenes que pueden resistir perfectamente la cloración del agua: Criptosporidium, Norovirus, Giardia lamblia, y un tipo de Escherichia coli responsable de trastornos enterohemorrágicos. Suelen padecerlas los niños, embarazadas, personas con su sistema inmunitario bajo. La transmisión de consignas preventivas basadas en la higiene personal y en comportamiento saludables en las piscinas, disminuyen su frecuencia.

- Dermatitis:

Son procesos inflamatorios de la piel que aparecen después del baño, sobre todo si este ha durado demasiado tiempo. Puede manifestarse en forma de ronchas o habones muy pruriginosos, erupciones generalizadas, o lesiones ampollosas/purulentas a nivel de los folículos (foliculitis del “jacuzzi”). Son lesiones que, por lo general, son autoresolutivas, precisando tratamiento en sólo algunos casos persistentes. Recomendar duchas antes y después del abaño, la retirada inmediata del bañador húmedo, secando bien la piel.

- Infecciones de oído:

Es otra de las enfermedades frecuentes que se pueden adquirir tras los baños en piscinas. Se suele producir otitis externas, como consecuencia de mantener un ambiente muy húmedo en el conducto auditivo, siendo esto propicio para contaminarse con gérmenes. Se manifiesta por picor/dolor referido al oído y que aumenta al presionar sobre la oreja, a veces pueden llegar a supurar. Para prevenirlas, se recomienda el uso de gorros o tapones estancos, sobre todo en pacientes con alguna patología del oído previa, e intentar “vaciar” el contenido de agua de la piscina del conducto del oído, con maniobras inclinando la cabeza (¡no introducir bastoncillos u otros objetos en el mismo!).

- Irritaciones respiratorias o irritaciones oculares:

Generalmente se deben a la formación de cloraminas que, al evaporarse, provocan irritación de mucosas (respiratorias, nasales, oculares). Ocurren más frecuentemente en piscinas cubiertas y con excesiva contaminación (orina, heces, sudor, productos de higiene personal). Puede estar hablando de un mal mantenimiento de la piscina (el olor excesivo a cloro del agua nos habla de su formación).

- Otras infecciones cutáneas:

  • El “pie de atleta” es una infección por hongos que afecta a los espacios entre dedos de los pies. Suele producirse por andar descalzos en suelos húmedos y contaminados. Se produce una maceración con inflamación y formación de grietas dolorosas, que requerirán una higiene especial y un tratamiento.
  • El molusco contagioso, que se caracteriza por lesiones sobreelevadas blanquecinas múltiples en tronco y extremidades, muy contagiosas, producidas por un tipo de virus. Requerirán tratamiento especializado para su solución.
  • Verrugas comunes víricas, también conocidas como papilomas plantares. Son lesiones verrugosas de origen vírico, que se adquieren por andar descalzos. Son muy duraderas y molestas. Requerirán tratamiento específico.

Todas estas infecciones se podrían prevenir con las recomendaciones de usar sandalias/chanclas sólo para piscina. Recomendar secar bien los pies antes de calzarse (calcetines de algodón y zapatos que permitan la ventilación).

¿Cuál es el peligro de la infección por cloramina? ¿es frecuente? ¿qué síntomas tiene?

Las cloraminas son aquellas partículas que resultan de la interacción del cloro con fluidos orgánicos procedentes de nuestro cuerpo, tales como la orina o las heces. Sus efectos con respecto a la economía de nuestro cuerpo tienen lugar en dos variables:

  • Bien respirando, por el gas que producen o bien entrando en contacto con ellas. Al respirar el gas que producen pueden ocasionar problemas respiratorios en relación con tos e hiperreactividad bronquial pudiendo ocasionar un broncoespasmo
  • Al entrar en contacto tanto la piel, como las mucosas de nuestro organismo con dichas partículas, se pueden producir irritación de las mucosas oculares o reagudizaciones y afecciones cutáneas de problemas dermatológicos, tales como la dermatitis, además de no ser despreciable el incremento de producción de sarro dental.

¿Qué cuidados principales que debemos seguir en las piscinas a la hora de evitar estas enfermedades?

  • Interesarnos por que se cumplan todas las normas exigidas para el mantenimiento de una piscina (pública o privada). Incluso con piscinas portátiles.
  • Seguir las mínimas normas de higiene previas, sobre todo en niños. Imprescindible después de acudir a los aseos. Las instalaciones deben favorecer de zonas adecuadas para cambios de pañales.
  • Respetar el entorno y las recomendaciones emitidas por los responsables del mantenimiento y seguridad de las piscinas.
  • No olvidarse de la protección solar, sobre todo en niños y/o personas con mayor riesgo de daño solar (fototipos claros, personas con tratamientos fotosensibilizantes).
  • Vigilancia constante de los niños en el entorno de una piscina.
  • Evitar la formación de charcos o zonas húmedas en el entorno de las piscinas, fuente de gérmenes.
  • Estimular la cultura del conocimiento de riesgos y su prevención (carteles, infografía, consejos).

En relación a la prevención de los ahogamientos se recomienda:

  • Respetar las normas de baño y señales de peligro en los espacios acuáticos
  • Presencia de barreras físicas de aislamiento en piscinas
  • Vigilancia de los menores en todo momento por parte de un adulto
  • El rescate debe realizarse con seguridad evitando poner en peligro la vida del propio rescatador
  • Servicios de socorrismo con dotación material y formación para realizar reanimación cardiopulmonar básica y utilizar un desfibrilador automatizado (DEA)
Visto 3463 veces Modificado por última vez en Viernes, 12 Julio 2024 11:48