La SEMG forma en SVB y manejo del DEA a 32 directores de partido y responsables de la Liga de Fútbol Profesional
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El objetivo es poder dar una respuesta rápida y eficaz ante un evento de muerte súbita, al capacitar a estos profesionales que desarrollan su actividad en lugares de gran afluencia y concentración de aficionados.
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La parada cardiorrespiratoria es una situación que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, existiendo mayor probabilidad de presenciarla al aumentar el número de personas concentradas.
Madrid, 3 de septiembre de 2019 – Cinco instructores pertenecientes al Grupo de Urgencias de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), y acreditados por el European Resuscitation Council (ERC), impartieron este mes de agosto una jornada de formación en RCP donde se capacitó en las técnicas de Soporte Vital Básico (SVB) y manejo del DEA (Desfibrilador Automatizado) a los 32 directores de partido de la Liga de Fútbol Profesional (Liga Santander y Liga SmartBank) y a sus responsables.
El curso se realizó bajo las recomendaciones y acreditación del European Resuscitation Council (ERC). Con ello, la Liga de Fútbol Profesional, gracias a la ayuda de la SEMG, da un paso más en la formación, permitiendo dar una respuesta rápida y eficaz ante un evento de muerte súbita, al formar a estos profesionales que desarrollan su actividad en lugares de gran afluencia y concentración de aficionados.
La parada cardiorrespiratoria, conocida como muerte súbita, es una situación que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, existiendo mayor probabilidad de presenciarla al aumentar el número de personas concentradas.
Desde hoy los partidos de la Liga de Fútbol Profesional disponen de unos nuevos colaboradores en el cuidado y rescate de esos corazones que puedan sufrir la inesperada parada cardiaca. Está demostrado que la realización de la cadena de supervivencia compuesta por técnicas básicas, como son la detección y alerta temprana, y maniobras fundamentales basadas en las compresiones torácicas externas, ventilaciones boca-boca y uso precoz del desfibrilador, permiten que la supervivencia ante estos sucesos aumente de forma notable.