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TEJIDOS ADECUADOS PARA LA PROTECCIÓN SOLAR

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ImagenAutor Dr. Juan Jurado Moreno Responsable del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
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TEJIDOS ADECUADOS PARA LA PROTECCIÓN SOLAR

 Dr. Juan Jurado Moreno

Responsable del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) 

¿Nos protegen todos los tejidos del sol?

Hablar del sol y de la piel, significa hablar del efecto de las radiaciones ultravioletas (RU) sobre ella: fotoenvejecimiento, las lesiones que provoca o fotodermatosis, y el cáncer cutáneo. Esto nos llevará a considerar la necesidad de incidir en la protección de la piel, a lo largo de toda la vida.

Si accedemos a tiendas especializadas, veremos que hay muchísimas ofertas de “ropa con protección solar”, indicando un grado de protección de +50 por ejemplo, y de todo tipo (gorros, prendas deportivas, trajes de baño, camisetas, mangas, etc.).

Esto ya nos indica, que no todas las prendas nos protegerán de la influencia de la radiación solar de igual manera. Algunas de ellas serán capaces de evitar la radiación ultravioleta (RU) casi en su totalidad (telas “vaqueras”), pero otras dejarán pasar sobre nuestra piel la gran mayoría de la RU nociva (fibras como los tejidos de licra).

Debemos recordar que los niveles de protección solar se miden

¿Qué factores hay que tener en cuenta a la hora de elegir una prenda que nos defienda de los rayos solares?

El espectro solar con repercusiones sobre la piel comprende:

  • radiación ultravioleta (RUV) (290-400nm)
  • radiación visible (400-760)
  • radiación infrarroja (760-1800)

 

La RUV de la luz solar o de fuente artificial (arco de xenon o mercurio) se ha dividido arbitrariamente en 3 bandas: UVA, UVB y UVC.

- Los UVA producen bronceado, eritema y se consideraban inocuos, sin embargo, intervienen directamente en el envejecimiento de la piel, la fotosensibilización cutánea y la inmunosupresión. Tienen la capacidad de atravesar el cristal.

- La radiación UVB produce la quemadura o el eritema solar en cuya génesis es la principal implicada, el daño crónico de la piel por la luz y es la principal causa inductora del cáncer cutáneo. Es la principal responsable del bronceado y de la síntesis de vitamina D. No atraviesa el cristal, sin embargo, es capaz de penetrar a través del agua.

- La radiación UVC es eritematógena, carcinogénica y mutagénica. Esta longitud de onda (entre 200 y 290 nm) se encuentra ausente en la superficie terrestre porque se absorbe por la capa de ozono (la disminución de la misma, por tanto, tendría consecuencias en el incremento de las patologías que nos ocupan).

La luz solar es muy rica en RUV en zonas próximas al mar y en altitudes elevadas, sumándose a esto la reflexión provocada por la nieve, el agua y la arena, por lo que todas aquellas prendas orientadas a usarse en estos ámbitos, deberían ofrecer una protección suplementaria, y debería ofrecer información adecuada en sus etiquetas.

El grado de protección de los fotoprotectores se expresa como “factor de protección solar” (SPF), indicando “tiempo de exposición” frente a la RU y aparición de alteraciones en la piel, pero para las prendas de ropa, se utiliza la unidad de protección denominada UPF, acrónimo inglés de "Ultraviolet Protection Factor" (Factor de Protección Ultravioleta), definiéndola como la capacidad o propiedad que tiene una tela o material, para limitar el paso de la RU a través de ella.

Según los expertos en fotobiología, a la hora de valorar el grado de protección de un tejido, debemos fijarnos en:

  • El entramado o textura.
  • El grosor o espesor de los tejidos con los que está elaborada la prenda.
  • El tipo de fibra.
  • Y el tono de color/-es utilizados.

¿Qué tipo de material es el más recomendado?

Los tejidos con mayor entramado (menor tamaño de los orificios) o entramados muy apretados, como los sintéticos o semisintéticos, o el algodón, protegen más que los tejidos fabricados con lino. Y los tejidos de poliéster o rayón, protegen más que los de algodón. Esto se demuestra con los estudios espectrofotométricos aplicados a los tejidos.

Para incrementar el nivel de fotoprotección de un tejido elaborado con materias “naturales” (algodón, lino, seda), será tratado con determinados productos (óxido de titanio o de zinc) durante su fabricación, para reforzarlo frente a la exposición de RU (incrementar la absorción o reflexión).

Si una prenda está mojada, los expertos afirman que su grado de protección se reduce a la mitad, por este motivo, las prendas pensadas para ambientes “húmedos” (piscina, playas), están diseñadas para un secado rápido. También se verá reducida esta capacidad, en prendas muy envejecidas.

¿Es importante que nos fijemos en el color de la ropa?

Cuanto más oscuro sea el color de la prenda, mejor bloquea la radiación. Mientras que los colores negro o rojo son los que más absorben, los blancos o claros nos protegerán menos.

Existe ropa con protección solar 50+, ¿qué características presentan este tipo de prendas?

El incorporar el nivel de UPF de una prenda en su etiquetado, es aún algo recomendado, pero no obligatorio. La clasificación del grado de fotoprotección o UPF se establece:

  • Muy Alta 50 +
  • Alta 20-30+
  • Media 10-15+
  • Baja 2-8+

Los fabricantes de tejidos técnicos, para poder obtener la certificación UPF, deben cumplir unas determinadas normas internacionales (algunas de ellas emanadas de determinados organismos: Australian Radiaton Protection & Nuclear Safety Agency UPF Rating; American Society for Testing Materials). Si las superan, podrán incluir en su etiquetado el logo UPF, junto a su rango de protección (10, 20, 30, 40, 50+). Siendo UPF 50+ el máximo rango de protección significa que la piel recibe 1/50 parte de la RU (nos protege en un porcentaje superior al 97% contra la radiación UVA y UVB, de forma sostenida y por el tiempo de su vida útil).

¿Qué medidas alternativas podemos tomar en caso de llevar ropa que no nos defiende de las radiaciones ultravioletas?

La utilización aplicando productos fotoprotectores sobre la piel se complementa con la protección que nos puede aportar las prendas de ropa. Pero, existen situaciones en las que no se aconsejan (dermatitis irritativas o alérgicas) la aplicación de fotoprotectores, por lo que se tendrán que utilizar prendas que ofrezcan información sobre su grado de fotoprotección, recordando que, si se mojan, esta valoración se reduce. Como ya hemos relatado, las prendas de poliéster oscuras son las que más protegen, independientemente de su capacidad filtradora de RU.

Otra prenda fundamental y complementaria, es el “gorro”/sombrero, encargado de proteger cabeza, cara y cuello, zonas más propensas a lesiones cancerígenas derivadas de la agresión celular por la RU.

Y debemos añadir las gafas de sol, que nos ayudan a prevenir cataratas precoces, cáncer de piel en párpados y degeneración macular.

A las personas con especial sensibilidad a la radiación solar, se le debe informar que las horas para desarrollar cualquier actividad física o simplemente un paseo, serán aquellas (depende de la época del año) en las que la radiación recibida esté más inclinada, es decir, por la mañana pronto y por la tarde, antes de la puesta de sol. También, informar que, en determinados entornos, como cerca del agua, arena o nieve, se incrementará la cantidad de RU recibida.

Visto 82315 veces Modificado por última vez en Lunes, 18 Enero 2021 20:43