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Varón de 28 años que acude por presentar una lesión redondeada y oscura en dorso del pie izquierdo, con su borde más marcado y ligeramente sobreelevado gracias a unos pequeños granillos. No refiere síntoma alguno sobre ella. Ha crecido hasta el tamaño actual en los dos últimos meses. En su relato no indica antecedentes personales clínicos que puedan mantener relación con la lesión, ni refiere estar tomando fármaco alguno.
Descripción Imagen caso:
Lesión redondeada, pigmentada, eritemato-parduzca, marcándose claramente un reborde periférico más intenso, de tipo macular salvo dicho reborde que presenta pequeñas elevaciones papulosas. En la exploración no se aprecian más lesiones.
El diagnostico de sospecha inicial, a partir de su aspecto redondeado, circinado, en dorso del pie, con un reborde muy ligeramente sobreelevado y marcado, granulomatoso, es que estamos ante un granuloma anular (GA) localizado único.
En la anamnesis hemos descartado antecedentes de enfermedades infecciosas, endocrinopatías y neoplasias.
Se realizó estudio de laboratorio (se descarta fundamentalmente: VIH, Hepatitis B, virus EB; diabetes mellitus, tiroiditis; enfermedades hematológicas y linfoproliferativas) y se obtuvo una biopsia de la lesión (borde activo) para examen anatomopatológico.
Los resultados del laboratorio fueron normales y, el informe anatomopatológico nos confirmaba la sospecha de que se trataba de un GA.
Como el paciente nos contaba que su lesión era asintomática, y ante la información bibliográfica de que tienen un pronóstico benigno y frecuentemente autolimitada, adoptamos una conducta expectante. Se le informó y explicó al paciente su lesión y no se le aplico tratamiento alguno. La lesión comenzó a clarear y desaparecer en los siguientes 2-3 meses.
GRANULOMA ANULAR::
El GA localizado se caracteriza por una o varias pápulas o placas de color piel normal o eritematovioláceas, que típicamente se agrupan con un patrón anular o circinado, de hasta 5 cm de diámetro. En la mitad de los casos se trata de lesiones únicas que, al aumentar de tamaño, adoptan esta configuración. La porción acral de las extremidades es la localización predilecta, y se afectan con mayor frecuencia la cara dorsal de manos y pies y las caras dorsales y laterales de los dedos. Codos y rodillas también son áreas cutáneas frecuentemente afectadas en el GA localizado.
Tras un seguimiento de unos 12 meses, un gran número de pacientes, que puede alcanzar el 67% de los casos, presentan una resolución espontánea de las lesiones.
Se suele asociar el GA con las enfermedades infecciosas (VIH, Hepatitis B, virus EB), endocrinopatías (DM, tiroiditis autoinmunitaria) y neoplasias (hematológicas y linfoproliferativas).
No existe ninguna prueba, salvo la histopatológica, que permita confirmar o excluir el diagnóstico de GA con certeza. Se recomienda solicitar un estudio de glucemia (sobre todo en niños y jóvenes); función tiroidea, incluyendo tirotropina, anticuerpos antitiroglobulina y antimicrosomales (sobre todo en mujeres) y serologías contra VHB, VHC y VIH (en especial, en las formas generalizadas de GA).
El curso impredecible del granuloma anular dificulta la evaluación de la respuesta a los múltiples tratamientos que han sido ensayados. En la mayoría de pacientes las lesiones no precisan tratamiento.