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Analítica de sangre: para qué sirve y qué puede detectar Destacado

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ImagenAutor Dra. Isabel Mª Paúles Cuesta Responsable del Grupo de Trabajo de Estilos de Vida y Determinantes de Salud (e-VIDE) de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
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¿Para qué sirve una analítica de sangre?

Una analítica de sangre sirve para evaluar el estado de salud de un paciente, tanto a nivel de diagnóstico, como de seguimiento y prevención de enfermedades y otros problemas de salud.

¿Es capaz de detectar una enfermedad o alerta de que algo no funciona correctamente?

Aunque no siempre puede proporcionar un diagnóstico definitivo por sí sola, puede indicar anomalías o valores fuera de los rangos normales que sugieren que algo no está funcionando adecuadamente en el cuerpo humano.

Suponiendo que se trata de una persona sana, ¿cada cuánto es recomendable hacerse una analítica de sangre? Dependiendo de la franja de edad, ¿esta frecuencia cambia?

No hay una frecuencia concreta para la realización de esta determinación. Depende del estado de salud del paciente y, en algunos casos, de la edad. Para la mayoría de adultos sanos, un análisis general cada 1-2 años suele ser adecuado. En caso de ser mayor de 40 años, se recomienda realizarse un control una vez al año, por el riesgo de aparición de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipercolesterolemia o la hipertensión arterial, entre otras. Si el paciente tiene antecedentes personales de factores de riesgo cardiovascular, se recomienda realizar analítica cada 3 meses si está descompensado o cada 6 meses si está controlado con el tratamiento farmacológico. En caso de presentar un problema subagudo de salud de origen incierto, se podrá realizar una analítica para intentar averiguar la causa de dicho problema, al margen de haberse realizado sus controles habituales anteriormente.

¿Hay más de un tipo de analítica de sangre? ¿Qué mide una analítica de sangre?

Sí, cada tipo de analítica se solicita dependiendo de los síntomas que se estén investigando, el historial médico previo del paciente o como parte de un chequeo de rutina. Los perfiles más habituales son: bioquímica (incluye: glucosa basal en ayunas, función renal, función hepática, perfil lipídico para valorar el colesterol, iones para valorar el equilibrio ácido-base del organismo), hemograma (incluye: componentes de la sangre, parámetros para determinar si se padece anemia o no y pruebas de valoración de la función inmunitaria) y coagulación (mide los diferentes tiempos de hemostasia). También se pueden solicitar pruebas especiales de determinación de hormonas, marcadores tumorales y serologías para evaluar la presencia aguda o crónica de infecciones o enfermedades autoinmunes, entre otras pruebas.

¿Cuáles son los valores más importantes y determinantes en un análisis ‘normal’?

Los valores de referencia son aquéllos que se encuentran dentro de un rango establecido para cada componente de la sangre. Estos valores siempre hay que interpretarlos según el estado de salud del paciente y teniendo en cuenta el posible diagnóstico o control del tratamiento para el que hemos solicitado la prueba determinada.

Más allá de la interpretación de los resultados de la analítica (pues es función de los médicos), ¿qué significa tener el colesterol y los triglicéridos altos, la hemoglobina baja? ¿cuándo debe preocuparse el paciente?

Si los niveles de colesterol y triglicéridos están elevados, esto puede indicar un mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Si la hemoglobina está baja, se debe investigar la causa subyacente, ya que puede existir una deficiencia nutricional o una enfermedad crónica de base. En cualquiera de las dos situaciones descritas, es preciso consultar con un médico que pueda evaluar si se necesita reajustar la conducta alimentaria, si se precisan más estudios complementarios para determinar la causa de las alteraciones de laboratorio o si el paciente precisa un tratamiento farmacológico concreto.

¿Cuántas horas hay que estar en ayunas antes de un análisis?

En general, se recomienda entre 8-12 horas de ayuno. Lo ideal es hacer una merienda-cena pronto, sobre las 7-8 de la tarde y no ingerir ningún alimento hasta la mañana siguiente después de la prueba analítica. Sí que es posible hidratarse con agua esas horas de ayuno alimentario.

En la última comida, ¿hay que tratar de evitar algún alimento?

Lo ideal es evitar las comidas con abundantes grasas y azúcares simples, para evitar sesgos en la determinación de los valores de colesterol y glucosa en ayunas.

¿Es conveniente beber agua antes de una analítica? ¿Por qué?

Sí. Además de asegurar la adecuada hidratación del organismo, teniendo en cuenta que está en horas de ayuno, el proceso de extracción de sangre será más fácil y cómodo, ya que el volumen sanguíneo es más alto y la circulación del torrente sanguíneo es mejor.

¿Hay ciertos comportamientos que pueden alterar los resultados de una analítica (como, por ejemplo, tomar suplementos o seguir dieta)? En caso de ser así, ¿qué hay que hacer?

Varios factores pueden influir en los resultados de un análisis de sangre, como la dieta, los suplementos, los medicamentos, el ejercicio físico y los hábitos personales. Para obtener resultados más precisos y fiables, es fundamental seguir las recomendaciones del médico y el laboratorio, e informar siempre al médico sobre cualquier suplemento o medicamento que se esté tomando antes de realizarse la analítica.

Visto 2175 veces Modificado por última vez en Viernes, 25 Abril 2025 15:53