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Tu Médico Responde

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13
Dic
2019

Infecciones urinarias: Causas y tratamiento

¿Qué prevalencia tiene la infección de orina en la actualidad?

Las infecciones del tracto urinario (ITUs) en general, y las que afectan a la parte inferior de la vía urinaria en particular (cistitis), son la segunda causa en importancia de las infecciones atendidas en Atención Primaria, después de las respiratorias. Así, en una encuesta epidemiológica realizada en 2007 a más de 6.500 mujeres en España, casi una de cada cuatro. había presentado al menos un episodio de cistitis en su vida; lo cual da idea de la alta prevalencia de este tipo de infección en la práctica clínica habitual del médico de Familia.

¿Por qué aparecen? ¿Cuáles son las causas principales de la infección de orina?

Existen diversos factores que inciden en la aparición de las infecciones urinarias, y son variables en función de la edad y sexo. En mujeres jóvenes: los antecedentes de ITUs en la madre, el uso de espermicidas y las relaciones sexuales. En mujeres postmenopáusicas: antecedentes de ITUs previas en la edad fértil. En varones jóvenes: son poco frecuentes y en relación con la actividad sexual. En los mayores de 50 años: relacionados con la patología prostática. En ambos sexos y mayores de 80 años: gran impacto de las hospitalizaciones, estar institucionalizado o ser portadores de sondas permanentes de orina.

Por otro lado, existen alteraciones del flujo urinario, como en el embarazo, en las malformaciones del aparato urinario o en ciertas enfermedades (diabetes, cánceres, enfermedades neurológicas, etc.) que predisponen o agravan las ITUs.

¿Son iguales todas las infecciones de orina?

La respuesta es rotundamente no. Las infecciones de orina tienen peculiaridades distintas dependiendo de diferentes factores, como por ejemplo los siguientes: el sexo, la edad, la presencia de alteraciones estructurales de la vía urinaria o la necesidad de un sondaje vesical prolongado, entre otros.

Por su localización, las infecciones urinarias se clasifican en: infecciones inferiores o de vías bajas (cistitis, uretritis y prostatitis) y superiores o de vías altas (pielonefritis agudas, nefritis bacteriana aguda, absceso intrarrenal y absceso perinéfrico). Así, normalmente en las infecciones de vías altas y en la prostatitis existe invasión tisular, lo que conlleva un manejo diferente y un tratamiento más prolongado.

¿Qué lleva a que una infección de orina se cronifique?

Más que de cronificación hay que hablar de recurrencias, es decir, aparición de episodios de ITUs, 3 o más en un año después de una ITU “curada”. En mujeres jóvenes obedecen a la actividad sexual y en postmenopáusicas al déficit de estrógenos.

Los principales factores de riesgo para padecer ITUs recurrentes son la incontinencia urinaria, cirugía urogenital previa, patología urológica (cálculos, procesos que produzcan obstrucción, prostatitis crónica, vejiga caída, sondaje permanente etc.),  presencia de diabetes mellitus, enfermedades neurológicas (lesión medular, esclerosis múltiple, ictus, etc.) y antecedentes de ITUs en la infancia, o en mujeres con antecedente de ITU en la madre o haber tenido ITUs antes de la menopausia.

Las personas que se automedican o no cumplen las pautas de tratamiento como ha indicado el profesional sanitario, corren el riesgo de infecciones difíciles de erradicar por la aparición de gérmenes resistentes a los antibióticos.

¿Qué diferencias hay entre las infecciones de orina en hombres y mujeres?

Las infecciones urinarias son más frecuentes en la mujer; sin embargo, en los varones la mayoría de las infecciones urinarias se consideran complicadas, que son aquellas infecciones asociadas con anomalías funcionales y/o estructurales de la vía urinaria; por tanto, siempre requieren estudio.

Volviendo al caso de la mujer, en el intervalo de edad comprendido entre los 15 y los 50 años, el principal factor favorecedor de infección urinaria es el coito, hasta el punto de poder afirmarse que el inicio de la actividad sexual multiplica el riesgo de padecer infección urinaria hasta en 3’5 veces.

¿Cómo es el diagnóstico?

El diagnóstico se fundamenta en los síntomas clínicos como micción dolorosa, escozor e imperiosidad de orinar, micciones frecuentes con poca orina, dolor en la parte baja del abdomen u orina con sangre, síntoma este último que asusta mucho a las personas pero que no reviste gravedad. Si la infección es de vías altas, como la pielonefritis, o es complicada aparece dolor en la zona de los riñones o síntomas generales como fiebre, cefalea, escalofríos, nauseas, vómitos, malestar general.

El diagnóstico se completa con la exploración física por parte del médico, y en algunas ocasiones, será necesario realizar una tira reactiva de orina en la propia consulta o solicitar al laboratorio un cultivo de orina.

¿Cómo hay que manejarla?

Ante una clínica sugestiva de infección urinaria lo adecuado es consultar con su médico de Familia, para la adecuada filiación del proceso e instaurar el tratamiento más idóneo según las características del paciente. Entre las medidas no farmacológicas que se pueden tomar se encuentra una ingesta hídrica abundante, el realizar micciones frecuentes y el aplicar calor en la zona baja del abdomen.

¿Qué medidas deberíamos seguir para prevenirlas?

Las medidas preventivas tienen como fin proteger a las personas frente a la infección, mejorando los mecanismos de defensa.

En población general, son recomendables medidas de higiene urogenital: limpieza perineal correcta (especialmente en niñas en edad escolar), micciones frecuentes, vaciar totalmente la vejiga al orinar, corregir el estreñimiento (por la proximidad del colon con el aparato urogenital, lo que facilita la infección de orina por contigüidad), y evitar baños prolongados y jabonosos. En mujeres embarazas, debe hacerse un cribado sistemático de infecciones de orina durante todo el embarazo. Las infecciones no tratadas pueden provocar partos prematuros y recién nacidos de bajo peso. 

Los enfermos crónicos polimedicados deben informar y comentar con su médico de familia los fármacos que toman, ya que alguno de ellos puede precipitar o agravar las infecciones de orina.

Si se trata de mujeres jóvenes que utilizan espermicidas, se aconseja cambiar de método anticonceptivo.

¿Podemos protegernos mediante la alimentación (arándanos, zumo de limón o naranja, ajo, canela, jengibre, tomillo o romero)?

Existen diferentes estudios publicados sobre este aspecto; sin embargo, los datos aportados por dichos estudios arrojan resultados controvertidos que no permiten hacer extensivo las recomendaciones dietéticas en la prevención de la infección urinaria. En el caso concreto de la administración oral de preparados a base de arándanos parece que éstos inhiben la adhesión de los patógenos a las células uroepiteliales, pero no se pueden sacar conclusiones científicas porque los estudios con ellos difieren mucho unos de otros. Esto mismo es extensivo a otras medidas preventivas enfocadas a la acidificación de la orina, al uso de la fructosa contenida en la fruta o al uso de probióticos para restablecer la ecología vaginal en la mujer.

¿Qué avances se han producido en los tratamientos? ¿Cómo hay que tratar la infección de orina?

El avance en los tratamientos son las recomendaciones en las Guías de práctica clínica de pautas cortas de antibióticos e indicados por un profesional sanitario, insistiendo en el cumplimiento de las pautas posológicas: dosis, horario y duración del tratamiento y evitando la automedicación. Se incide en estos puntos porque actualmente existe un problema de salud pública de gran magnitud a nivel mundial, debido a la resistencia de los gérmenes a los antibióticos por el mal uso y abuso de los mismos.

Otro avance son las vacunas orales e intranasales preparadas a partir de extractos de bacterias uropatógenas, moderadamente efectivas para prevenir las recurrencias. No existen estudios adecuados que evalúen la efectividad de otras preparaciones comercializadas.

 

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  • Nombre Autor Dra. Maite Jorge
  • TituloAutor Responsable del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
  • Extracto ¿Qué prevalencia tiene la infección de orina en la actualidad?¿Por qué aparecen? ¿Cuáles son las causas principales de la infección de orina?¿Son iguales todas las infecciones de orina?¿Qué lleva a que una infección de orina se cronifique?¿Qué diferencias hay entre las infecciones de orina en hombres y mujeres?¿Cómo es el diagnóstico?
13
Dic
2019

Cuándo y cómo tomar Amoxicilina

¿Para qué se utiliza la amoxicilina?

La amoxicilina es un antibiótico de la familia de las penicilinas. Es bactericida, es decir, destruye a los microbios. Por tanto, se utiliza para tratar un gran número de infecciones producidas por gérmenes sensibles a este antibiótico. Entre las infecciones más frecuentes que se pueden tratar con amoxicilina están algunas amigdalitis, otitis media aguda, sinusitis, neumonías, infecciones de orina, infecciones de piel e infecciones dentales. También su utiliza combinada con otros fármacos en el tratamiento para erradicar del estómago al Helicobacter pylori.

¿Por qué muchas veces viene acompañada de ácido clavulánico?

Las bacterias, al estar en contacto frecuentemente con los antibióticos, crean mecanismos para defenderse de ellos, es lo que conocemos como resistencias. Hay diferentes tipos de mecanismos de resistencias. Algunos microbios son capaces de producir unas enzimas llamadas betalactamasas que consiguen que la amoxicilina no pueda actuar y deje de ser eficaz. Los médicos cuando sospechamos que alguna de estas infecciones pueden estar originadas por este tipo de gérmenes, añadimos a la prescripción de amoxicilina el ácido clavulánico que se encarga de inactivar esas betalactamasas para que la amoxicilina sea de nuevo efectiva.

Si el ácido clavulánico se añade a la amoxicilina para tratar infecciones originadas por otros microbios que no producen betalactamasas, no se consigue mejorar la acción de la amoxicilina y, por el contrario, ocasiona aumento de efectos secundarios como infecciones por hongos en la boca o en la vagina.

¿Qué errores cometemos con más frecuencia al tomarla?

Los errores más frecuentes son tomar la amoxicilina menos días de los indicados por el médico, generalmente por "ya encontrarse bien", e ingerirla con un intervalo de horas entre tomas diferente al prescrito por el médico. El intervalo más habitual es cada 8 horas. Aunque sea 3 veces al día, es difícil cumplir el intervalo, si se hace coincidir la toma con el desayuno, comida y cena. Otro error frecuente es tomarla con un "protector de estómago" como el omeprazol, ya que no es necesario.

¿Cuándo y cómo habría que tomarla?

Su médico le indicará un intervalo de horas entre cada toma y durante un número de días determinado. Tómela así. En la amoxicilina el intervalo más frecuente es cada 8 horas, pero en algunos casos su médico le puede indicar tomarla cada 12 horas. La duración es diferente según el tipo de infección, y aunque existe una tendencia a que cada vez sea menor el número de días necesario, es importante que, usted, no lo acorte nunca por su cuenta.

¿Qué ocurre cuando una persona se empieza a encontrar bien y deja de tomar este antibiótico?

Lo más frecuente que puede ocurrir es que no se haya conseguido combatir por completo la infección y se presente una recaída, prolongando el tiempo de recuperación y pudiendo ser más difícil de tratar. También puede ocasionar que el microbio se haga resistente a la amoxicilina, inutilizándola para su uso futuro.

¿En qué situaciones se suele tomar y es un error hacerlo?

Al igual que el resto de antibióticos, la amoxicilina no tiene ninguna actividad contra los virus. Los virus causan enfermedades tan frecuentes como el catarro, la gripe y la mayoría de amigdalitis y de bronquitis. No produce ningún beneficio su utilización en estos casos y si que produce aumento de las resistencias. El aumento de resistencias puede ocasionar que en el futuro la amoxicilina no sea eficaz para tratar infecciones en usted o en su comunidad.

¿Qué efectos secundarios puede tener?

En general la amoxicilina es un antibiótico bien tolerado. Los efectos secundarios más frecuentes son nauseas, diarreas o erupciones en la piel e infecciones por hongos en boca o vagina. Si la diarrea fuese muy intensa, con sangre o con importante afectación del estado general, deberá suspender la amoxicilina y consultar con un médico.

Un efecto adverso no muy frecuente, pero que puede llegar a ser importante, es la reacción alérgica, que puede ir desde una erupción en la piel y picor generalizado, hasta inflamación de la cara, labios, lengua y dificultad respiratoria, que requiere tratamiento urgente.

¿En qué casos está contraindicado su uso?

No se pueden utilizar en todas aquellas personas con alergia conocida a las penicilinas o a las cefalosporinas.

La amoxicilina se considera segura, en caso de ser necesaria su utilización, durante el embarazo y la lactancia. En casos de insuficiencia renal avanzada será necesario reducir la dosis o el intervalo de tiempo que transcurre entre cada toma.

¿Se puede ingerir si estamos tomando otros medicamentos? ¿Interactúa con los anticonceptivos?

La amoxicilina presenta pocas interacciones con otros medicamentos, no obstante, advierta a su médico si está tomando alopurinol (medicamento utilizado para descender el ácido úrico) ya que pueden aumentar las reacciones alérgicas en la piel, o si está tomado metotrexato (fármaco que se puede utilizar en la artritis reumatoide, en otras enfermedades reumáticas y en algunos tipos de cánceres) ya que puede incrementar la concentración del metotrexato. Si está tomado Sintrom puede ser necesario ajustar la dosis.

La amoxicilina, como otros muchos antibióticos, puede disminuir la eficacia de los anticonceptivos orales. Se aconseja asociar otros métodos, como el preservativo, hasta 7 días después de haber finalizado el tratamiento con amoxicilina.

¿Qué consejos daría para hacer un buen uso?

Utilizarla solo cuando su médico se la prescriba, con el intervalo entre tomas y durante los días que le indique.

Nunca la utilice para tratar un proceso vírico como un catarro o una gripe.

No la tome por su cuenta o por consejo de familiares o amigos, porque otras veces "le haya ido bien".

Si el envase prescrito tiene más medicamento que el preciso para su tratamiento, no lo guarde "para otra vez". Deseche el sobrante en el lugar apropiado de su farmacia (punto SIGRE).

No intente conseguir que en su farmacia le den amoxicilina sin receta, como todos los antibióticos no se la pueden suministrar sin la correspondiente prescripción médica.

Utilizando la amoxicilina, y los demás antibióticos, de manera juiciosa se está ayudando usted, y nos está ayudando a todos, a evitar el incremento de las resistencias que cada día nos hace mas difícil el tratamiento de las infecciones.

 

 

 

 

 

 

 

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  • Nombre Autor Dr. Mario Bárcena Caamaño
  • TituloAutor Miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
  • Extracto ¿Para qué se utiliza la amoxicilina?¿Por qué muchas veces viene acompañada de ácido clavulánico?¿Qué errores cometemos con más frecuencia al tomarla?¿Cuándo y cómo habría que tomarla?¿Qué ocurre cuando una persona se empieza a encontrar bien y deja de tomar este antibiótico?¿En qué situaciones se suele tomar y es un error hacerlo?¿Qué efectos secundarios puede tener?¿En qué casos está contraindicado su uso?
12
Dic
2019

Incontinencia urinaria

¿Qué puede causar la incontinencia?

La incontinencia urinaria (en adelante IU) fue definida por la Sociedad Internacional de la Continencia, hace ya algunos años, como “la pérdida involuntaria de orina, que puede ser demostrada objetivamente y que constituye un problema social o higiénico”. Desde el punto de vista etiológico, puede deberse a diferentes causas, lo que nos ayuda para su clasificación en los siguientes tipos:

  • IU de esfuerzo o de estrés: consiste en una pérdida involuntaria de orina cuando se produce un aumento de la presión abdominal por actividades como la tos, la risa o hacer fuerzas con la barriga. La causa en este caso es una debilidad de la musculatura del suelo pélvico.
  • IU de urgencia: aquí la pérdida involuntaria de orina se acompaña o va precedida de un deseo miccional difícil de aguantar y con miedo al escape. Este tipo de incontinencia puede deberse a distintas causas, como el uso de sustancias irritantes vesicales (como el alcohol o la cafeína), el tomar mucho líquido, ciertos medicamentos o una infección urinaria, entre otros.
  • IU mixta: en este supuesto se asocian los dos tipos de incontinencia anteriores.

¿Es más frecuente en hombres o en mujeres? ¿A partir de qué edad o momentos?

La IU es un padecimiento que afecta fundamentalmente a la mujer y guarda una estrecha relación con la edad de la persona, tal y como apuntan los datos epidemiológicos: entre un 20 y un 30% de mujeres de edad media la padecen, alcanzando el 50% en las mayores de 65 años; mientras que en el caso de los varones, solo un 17% de ellos la padece en este rango etario.

Analizando la evidencia científica disponible, se puede afirmar que el embarazo y el parto vía vaginal son dos factores de riesgo importantes en la mujer, existiendo controversia con otros factores de riesgo clásicos como la histerectomía. Mientras que en el caso del varón, se consideran factores como la edad avanzada, los síntomas de la vía urinaria inferior, las infecciones, el deterioro funcional y cognitivo, los trastornos neurológicos y la prostatectomía. Por otra parte, resulta interesante añadir que la diabetes mellitus aparece como un factor de riesgo en la mayoría de los estudios analizados. 

¿Qué se puede hacer para acabar con la incontinencia urinaria? Listado de consejos

Desde un punto de vista preventivo, resultan clásicos los llamados ejercicios del suelo pelviano. Para localizar correctamente estos músculos se pueden realizar las siguientes maniobras: apretar fuertemente como si quisiéramos detener el chorro de la orina y apretar el ano como si se quisiese evitar el que se escapen los gases; si hacemos las dos cosas al mismo tiempo, estaremos contrayendo los músculos del suelo pélvico. Disponemos de los siguientes ejercicios:

  1. Intenta mantener cada contracción durante unos 5 ó 6 segundos, manteniendo relajados el resto de los músculos del cuerpo.
  2. Debes realizar tandas de entre 5 y 10 contracciones y repetir 10 veces a lo largo del día.
  3. Intenta mantener el ritmo de la respiración durante los ejercicios, relajando los músculos durante la inspiración y contrayéndolos durante la espiración.

Si surge alguna duda a este respecto, existen tablas y dibujos explicativos con los ejercicios del suelo pelviano disponibles en Atención Primaria. Por otra parte, también se debe evitar todo aquello que contribuya a aumentar la presión intrabdominal (obesidad, tos crónica, uso de prendas muy ajustadas…). 

Otros datos de interés:

  • El día mundial de la IU se celebra el 14 de marzo.
  • La IU es un proceso que deteriora significativamente la calidad de vida de la persona que la padece.
  • La IU se ve como algo normal en nuestras vidas con el paso del tiempo; y, en muchos casos, se normaliza con el uso de absorbentes o pañales. Pero es importante conocer que en algunos casos la causa es tratable, por lo que es fundamental el consultar con el médico de Familia esas pérdidas de orina que puedan aparecer.
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  • Nombre Autor Dr. Higinio Flores Tirado
  • TituloAutor Grupo de Trabajo de Patología Nefrourológica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
  • Extracto La incontinencia urinaria (en adelante IU) fue definida por la Sociedad Internacional de la Continencia, hace ya algunos años, como “la pérdida involuntaria de orina, que puede ser demostrada objetivamente y que constituye un problema social o higiénico”.
12
Dic
2019

Beneficios de caminar

¿Caminar se considera una actividad física aeróbica?

 En efecto. Caminar es una actividad física que necesita del funcionamiento pleno de grandes grupos musculares, especialmente de miembros inferiores, y que se inscribe en el ejercicio que se desarrolla sin alcanzar el umbral anaeróbico y sin generar deuda de oxígeno.

¿Qué beneficios para la salud se obtienen al caminar de manera regular?

Múltiples estudios han podido relacionar de manera concluyente la práctica de ejercicio aeróbico regular con la mejora de las condiciones de funcionalidad de múltiples sistemas y aparatos de nuestro organismo, especialmente en el ámbito cardiovascular, metabólico, respiratorio, osteomuscular y neuropsiquiátrico. Estos beneficios se producen tanto en población sana como enferma.

¿Cuánto hay que andar al día, o a la semana, para obtener beneficios para la salud?

El beneficio del ejercicio aeróbico se produce desde intensidades bajas. El principal objetivo es vencer el sedentarismo, por lo tanto, ningún tipo de ejercicio físico aeróbico es despreciable. Superar los 3.000 paso al día, aun siendo un objetivo basal, ya permite experimentar mejoras importantes en nuestro estado de salud. El objetivo ideal sería superar los 10.000 pasos por día, tal como nos propone la Organización Mundial de la Salud.

¿Qué diferencias, en términos de salud, hay entre caminar lento y caminar rápido?

La intensidad del ejercicio se relaciona con un mayor consumo de oxígeno y, por lo tanto, con la consecución de mejores estados de forma y, en el caso de enfermos, de mejores avances en su control de la enfermedad. Pero hay que tener en cuenta que el salto cualitativo de ejercicios moderados a intensos precisa de una adecuación progresiva cuidadosa y, dependiendo de la edad y antecedentes de cada persona, de un reconocimiento basal del estado de salud que permita desarrollar el ejercicio aeróbico de mayor intensidad. El consumo total de oxígeno, así como el consumo de calorías, está en relación con la intensidad desarrollada, pero es más interesante en términos de salud incrementar intensidad y duración de manera balanceada.

¿Salir a andar también requiere una planificación? (Consejos concretos para llevar a cabo esa planificación)

Es muy interesante planificarlo adecuadamente, sobre todo para evitar lesiones y conseguir una adecuada persistencia de la actitud que haga finalmente que la práctica del ejercicio sea sostenible.  Es recomendable practicarlo en un horario adecuado si fuera posible, evitando climatología adversa y las últimas horas del día (dificulta el sueño), elegir un recorrido agradable que esté en contacto con la naturaleza, hacerlo acompañado de personas que tengan un nivel de preparación similar a la nuestra, elegir calzado y vestimenta apropiados y de calidad, vigilando especialmente el estado de las plantillas, realizar una serie de estiramientos de la musculatura de tren inferior antes del inicio y comenzar con un ritmo lento que posteriormente puede incrementarse, según el estado de forma y el objetivo propuesto. 

¿Andar adelgaza? ¿O es un mito?

Andar, como cualquier ejercicio aeróbico, consume recursos energéticos y por ello utiliza hidratos de carbono y, dependiendo de la duración y la intensidad, también grasas de depósito que contribuyen al mantenimiento de un peso adecuado. De hecho, el consejo vinculado a la pérdida de peso debe combinar de manera ponderada la realización de una dieta correcta con la realización de un ejercicio aeróbico asociado.

Ahora que están tan de moda las ‘app’ que cuentan los pasos y las pulseras que monitorizan la actividad física, ¿verdaderamente sirven para motivar a los que las usan para que anden más?

Realizar ejercicio es una actividad indispensable para proveer salud, pero es fundamental medir el ejercicio que realizamos. Para ello, las modernas tecnologías que nos informan del esfuerzo realizado son muy interesantes. Desde los más modestos podómetros hasta los más complejos acelerómetros, pasando por las app incorporadas a los móviles, pueden ayudarnos a valorar nuestro esfuerzo, compararlo y adecuarlo a nuestras necesidades. Creo que son una buena herramienta de motivación y control del esfuerzo.

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  • Nombre Autor Dr. Juan Antonio Trigueros
  • TituloAutor Responsable de Medicina Deportiva de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
  • Extracto ¿Caminar se considera una actividad física aeróbica? ¿Qué beneficios para la salud se obtienen al caminar de manera regular? ¿Cuánto hay que andar al día, o a la semana, para obtener beneficios para la salud?
12
Dic
2019

Cómo evitar contagiar y contagiarnos

¿Cuáles son las principales enfermedades que se transmiten de persona a persona?

Las enfermedades infecciosas son las patologías transmisibles más frecuentes. De ellas las infecciones respiratorias son las más comunes, que incluyen faringitis, bronquitis aguda, sinusitis, otitis, catarro común y gripe. También son habituales las gastroenteritis.  Es importante destacar que existe un gran número de estudios científicos que han demostrado que la inmensa mayoría de estos casos son provocados por virus (influenza, norovirus, rotavirus, etc.); por lo que, generalmente, no es necesario el uso de antibióticos, limitándose el tratamiento a medidas para el control de síntomas (uso de paracetamol, ibuprofeno, reposo e hidratación).

¿Cuáles son las enfermedades más fáciles de contagiar?

Las más fáciles de contagiar por su mecanismo de transmisión son las infecciones respiratorias (catarro común, gripe, faringitis, etc.).

¿Cuáles son las vías más fáciles de contagio?

La gran mayoría de infecciones virales a las que nos referimos se transmiten de persona a persona a través de gotitas de secreciones respiratorias que son expulsadas al ambiente cuando tosemos o estornudamos, aunque, también es posible infectarse al tocar objetos con restos de dichas secreciones. Habitualmente este contagio se produce en sitios donde hay mucha gente (escuelas, guarderías, residencias para adultos mayores, aviones, etc.). En el caso de las gastroenteritis también es frecuente que se adquiera la enfermedad al comer comida contaminada, ya sea individualmente o afectar a varias personas.

¿Cómo evitar contagiar y contagiarnos?

  • Utilizar pañuelos desechables para cubrirnos la nariz y la boca al toser o estornudar (luego desecharlos), o en su defecto cubrirse con la parte interna del brazo.
  • Probablemente lo más eficaz para evitar el contagio es lavarse las manos con agua y jabón después de estornudar o toser.
  • Preparar los alimentos con medidas higiénicas adecuadas.
  • No comer alimentos vencidos.
  • No beber agua que no esté potabilizada
  • Evitar compartir cubiertos, vasos, etc.

Por último, recordad que la mayoría de estas enfermedades son procesos autolimitados y no suelen suponer un riesgo para las personas sanas. No obstante, las personas mayores, los niños pequeños y las personas con enfermedades crónicas, pueden ser más propensos a desarrollar complicaciones por lo que es recomendable estar pendientes de la evolución.

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  • Nombre Autor Dr. Roberto A. Maya Andrade
  • TituloAutor Miembro del Grupo de Trabajo de Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
  • Extracto ¿Cuáles son las principales enfermedades que se transmiten de persona a persona? ¿Cuáles son las enfermedades más fáciles de contagiar? ¿Cuáles son las vías más fáciles de contagio? ¿Cómo evitar contagiar y contagiarnos?