porcentaje elevado de la población allí donde llegan.

Los virus que causan las enfermedades arriba mencionadas se transmiten de persona a persona a través de la picadura de mosquitos del genero Aedes. Primero fue la reemergencia del dengue en los años 90, poco a poco llegaron los cuatro serotipos del virus, y la incidencia y la presencia de cuadros graves de la enfermedad sigue aumentando. Más recientemente llegaron dos virus previamente muy poco conocidos; en 2013 llegó el virus chikungunya y posteriormente en 2015 el virus Zika y ambos han demostrado ser capaces de avanzar a gran velocidad sin detenerse ante fronteras marítimas o terrestres, afectando a su paso a gran número de personas.

 La emergencia de estas enfermedades en el continente americano viene precedida de la reintroducción en los años 80 de un vector competente para la transmisión de estas enfermedades Aedes aegypti, vector que había sido "casi" eliminado en los años 70. Una vez reintroducido llega rápidamente a los lugares que había ocupado con anterioridad. También en los años 80 tuvo lugar la expansión de otro vector competente Aedes albopictus, este vector, originario de Asia se desplazó gracias al comercio de neumáticos usados. Casi simultáneamente llegó a Europa (Albania) en 1979 y al continente americano en 1985 entrando por Estados Unidos y Brasil. Desde su introducción no ha cesado de invadir nuevos territorios en ambos continentes.

La historia natural de estas enfermedades es un proceso complejo, para que la transmisión ocurra tienen que coincidir el virus, el vector competente y una persona susceptible y darse las condiciones adecuadas para que ésta tenga lugar. El vector es un elemento clave. Los factores que pueden contribuir a la introducción del virus  en un territorio van  a actuar facilitando la dispersión del vector y la transmisión del virus, son fundamentalmente el aumento de viajes y el comercio internacional, los factores climáticos que actúan sobre los periodos de actividad del vector, sus ciclos de reproducción y la duración de los periodos extrínsecos y los cambios sociodemográficos y medioambientales que amplían las zonas geográficas donde el vector puede establecerse.

En Europa una vez erradicada durante la primera mitad del siglo pasado la principal enfermedad transmitida vectores, el paludismo, fue decayendo paulatinamente el control vectorial, de forma que ahora uno de los grandes retos para hacer frente a las enfermedades transmitidas por vectores es detectar la presencia de los vectores y actuar para su control.

El Plan que se presenta a continuación se articula alrededor de seis elementos clave: la vigilancia epidemiológica y microbiológica para detectar, diagnosticar y tratar a todos los pacientes lo más rápidamente posible; la vigilancia entomológica para detectar la presencia del vector; la gestión del vector para prevenir y controlar su presencia y si es  posible erradicarlo; la protección individual de la población; la formación e información y en su caso investigación; así como la coordinación y la comunicación entre las administraciones y agentes implicados, sin los cuales las actividades que se contemplan en este Plan no podrían llevarse a cabo.

Las actividades fundamentales para la prevención y el control de la transmisión de estos virus deben ir dirigidas a detectar y tratar rápidamente los casos importados o autóctonos y a adoptar medidas que reduzcan el contacto entre las personas infectadas y el vector, las medidas que van a permitir reducir el número de personas afectadas y en último extremo controlar un brote van a ser las que tengan el objetivo de controlar las poblaciones del mosquito vector, es decir la puesta en marcha de una estrategia de control vectorial.

El Ae. albopictus, también conocido como mosquito tigre, que está presente en España en toda la costa mediterránea y se ha detectado en Aragón y el País Vasco, es un vector competente en la transmisión de estas enfermedades. Se caracteriza por presentar hábitos fundamentalmente peri-domésticos, lo que implica que una actividad esencial va a ser hacer llegar a la población la información del riesgo sobre todo en los municipios en donde el vector esté presente con el fin de conseguir que los ciudadanos actúen sobre su entorno reduciendo o eliminando los hábitats de las larvas de estos mosquitos (criaderos), manteniendo a sus viviendas libres de mosquitos.

No existe un tratamiento específico frente a estas enfermedades, ni a día de hoy existe una vacuna para prevenir estas infecciones. En la actualidad para prevenir  o controlar  una epidemia de estas características es necesario actuar sobre el mosquito evitando su difusión, disminuyendo de forma drástica la densidad de sus poblaciones, si es posible erradicándolas, aunque sea temporalmente mediante un programa de control integrado del vector.

Según la OMS un programa de control vectorial es la combinación organizada de todas las estrategias disponibles para la reducción del vector con una buena relación coste-beneficio de forma flexible y sostenible.

La prevención y el control de las enfermedades transmitidas por vectores es una tarea compleja que requiere la colaboración y coordinación de múltiples sectores. Si bien hay líneas de acción que se pueden establecer a nivel central, numerosas competencias recaen en las comunidades autónomas y administraciones locales y gran parte de las actividades deben adaptarse a las características de la transmisión en cada lugar

(En su realización ha participado el Dr. Fernando Pérez Escanilla, responsable de Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia - SEMG)  

pdf ico lteDOCUMENTO COMPLETO